9 mar 2012

Sherlock (TV)


Título: Sherlock
Año: 2010
Lugar de origen: Reino Unido
Temporada: 1 y 2
Episodios: 6 (hasta la fecha)
Creadores: Steven Moffat y Mark Gatiss

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Breve reseña. 
Basada en el mítico personaje de Arthur Conan DoyleSherlock Holmes, y realizada por la compañía productora Harstwood Films en colaboración con WGBH para la BBC, esta serie de la televisión británica nace de la mente de Steven Moffat y Mark Gatiss trayendo al siglo XXI las aventuras del detective más famoso de todos los tiempos.

Aclamada por la crítica desde su estreno, el 25 de julio del 2010 cuenta hasta el momento con dos temporadas (la tercera ya ha sido confirmada); seis episodios y un capítulo piloto que nunca salió al aire pero fue incluido como material extra en el lanzamiento del DVD/Blu-ray en agosto de ese mismo año.

Protagonizada por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman como Sherlock Holmes y John Watson respectivamente la serie adapta libremente a la era contemporánea los casos que inmortalizaron al personaje de Conan Doyle en el pasado y utiliza métodos modernos que reviven los crímenes que ambos intentaron solucionar en aquellos libros que tanto gustaron a la sociedad inglesa y después al mundo.


Opinión personal.
¿Llegué tarde a la fiesta? Fue lo primero que pensé cuando por fin me decidí a ver Sherlock casi dos años después de su estreno en Reino Unido. Recuerdo perfectamente aquel 25 de julio en que, horas después de trasmitirse el primer episodio, el título de la serie se colocaba en los trendings mundiales de Twitter (temas más comentados del momento). Pero lo más curioso era ver a la mayaría de los usuarios bastante sorprendidos y gratamente convencidos de que ésta serie británica se convertiría en una de los mejores de la temporada. 

El golpe inicial es fuerte, por supuesto que lo es. O por lo menos en mi caso así fue. Traer un personaje de la cultura popular al siglo XXI resulta complicado y si a eso le sumamos que estás hablando del mismísimo Sherlock Holmes tal misión resulta, no sólo titánica, sino aterradora. Ya habíamos visto algo parecido un año atrás, con el estreno cinematográfico Sherlock Holmes (2009) película dirigida por Guy Ritchie y protagonizada por Robert Downey Jr. y Jude Law; una adaptación libre que cosechó críticas medias. Pero ésta vez había algo distinto, no se trataba de una película sino de una serie con tres episodios semanales cuya duración promedio de cada uno era de 90 minutos y que además estaría ambientado en el Londres del año 2010. Tal característica puede chocar con nuestra percepción o la imagen mental que tenemos del único detective consultor del mundo; pues automáticamente lo ubicamos en los oscuros escenarios londinenses del siglo XIX. Y quizá no existía nadie mejor que osara tocar a un personaje tan delicado que Steven Moffat y Mark Gatiss, ambos ya habían sido guionistas de otro icono muy arraigado en la cultura británica: Dr. Who, cuyo retorno a la pantalla chica después de 16 años de ausencia había resultado bastante satisfactorio. Ahora, ambos tenían la misión de enseñarnos a un duo clásico de la literatura inglesa y entregar un producto que agradara a una exigente audiencia. El éxito fue extraordinario y la serie se llenó de elogios.

Pero yo no vi la serie aquel verano del 2010; un problema técnico me impidió participar activamente en aquel boom que acababa de surgir de la mismísima BBC y terminé por aplazar su visionado a un mejor momento. Finalmente hace apenas una semana me senté frente a mi laptop a media noche y decidí darle play a aquel programa que tanto me había costado ver. Creo que no habían pasado más de 10 minutos cuando yo ya había caído enamorada de la serie. Y seré sincera: si me dieran a escoger entre un medio de entretenimiento como son las series de TV, las películas o los libros, escogería los libros sin pensarlo mucho. Incluso los pondría por encima del manga o del anime. En un libro encuentro lo que ninguna de las otras opciones me da. Rara vez (muy rara vez) me siento a ver un anime completo, por ejemplo; o a leer un manga, ver una película o una serie de TV, pero con los libros todo es distinto. Por eso, es sumamente raro cuando me aficiono a algo que no sea el título de alguna novela o la temática de Historia condensada en libros. 

Sherlock es uno de esos productos afortunados que van a dejar una huella imborrable en mi mente y mi corazón (y no sé qué cursilería más) porque disfruté cada uno de sus seis episodios de una manera tan exquisita y perfecta que me provocó noches de insomnio que me siguen hasta el día de hoy. Para mí fue un derroche de talento, excelente dirección, fotografía y banda sonora que por momentos olvidaba que estaba viendo una mini-serie y no un largometraje estrenado en cines a nivel mundial. 

La serie y los personajes. 

John H. Watson.
Vemos primero a un John Watson (maravillosamente interpretado por Martin Freeman) dudoso de sí mismo, con traumas de un pasado en Afganistán que aun no logra superar. Veterano de una guerra que dejó horribles vivencias en su mente y una cojera psicosomática que le acompaña no sólo en su frustración diaria sino en la mirada condescendiente que algunos le dirigen. Watson necesita ayuda, visita regularmente a una psiquiatra que lo guía en el duro camino del trastorno de estrés postraumático y cómo sobrellevarlo. También escribe sus experiencias en su blog personal

Aparentemente alejado de su familia sabe que tiene que abandonar el lugar de asistencia donde se encuentra establecido y no sabe dónde terminará viviendo ya que tiene problemas económicos y no puede solventar una vida en una ciudad tan cara como Londres con la poca pensión militar que le dan. Fue Mike Stanford —su viejo compañero de la universidad— quién le presentó a Sherlock Holmes poco después de que el médico se preguntara quién querría compartir un departamento con él, misma pregunta que Stanford le escuchó decir a Holmes horas atrás. 

El Sherlock Holmes de Moffat y Gattis —interpretado por Benedict Cumberbatch— toma las bases del personaje de Doyle y lo trasforman estupendamente en un ser humano adaptado a nuestro tiempo. Este Sherlock contemporáneo se sumerge en el mundo de los smartphones y el Internet para resolver crímenes, pero sigue manteniendo las mismas habilidades de deducción y abducción que tanto caracterizaron al Sherlock clásico. Es un personaje que al principio resulta distante, e inclusive parece un extraño frente a la pantalla; como si existiera algo en su presencia que no encajara con todos los demás. Cuando uno lo ve sabe que es especial.

Sherlock Holmes.
No fuma cigarros ni pipa porque según él es difícil mantener tales vicios en una ciudad tan contaminada como en la que vive, así que usa parches de nicotina (tres) que le ayudan a sacar sus deducciones. Acostumbra a vestir elegante —siempre con colores sobrios— gabardina negra a la que suele levantar el cuello, y una bufanda. En los episodios posteriores a aquel primer caso esa personalidad seca, inmutable y distante a simple vista, cambia.

Rara vez habla de él mismo pero a todas luces se ve el distanciamiento que mantiene hacia la sociedad a la que parece no comprender. Incluso los policías y detectives con los que suele colaborar no dudan en llamarlo freak o raro debido a su increíble capacidad deductiva. Tiene una mirada trasparente, curiosa, casi infantil que ayuda bastante a leer sus ojos; frente a él se desplegan efectos computacionales que ayudan al espectador a meterse dentro de esa mirada que parece entenderlo todo mientras los que están alrededor sólo le observar asombrados. Números, mapas, personajes, medidas, ecuaciones, códigos, mensajes, biografías. Toma lo que le sirve, desecha todo lo demás y somos testigos oculares de ese proceso; uno de los puntos más característicos de la serie. Tiene una web llamada apropiadamente The Science of Deduction

El hermano de Sherlock también tiene cabida en ésta serie y es interpretado estupendamente por el mismísimo Mark Gatiss (creador, productor y guionista de la serie). Mycroft Holmes mantiene con su hermano menor una relación bastante fría suavizada muchas veces por el tono pueril que suelen llevar sus conversaciones. Se llama así mismo el archienemigo de Sherlock, o por lo menos así se presenta frente a Watson desde el primer episodio. Se sabe que tiene un importantísimo cargo en el gobierno e incluso Sherlock se atreve a asegurar que él es el gobierno.

Pero el némesis de Holmes está lejos de ser su hermano, ese título le pertenece al escalofriante James "Jim" Moriarty (Andrew Scott) quien hace su aparición en el tercer episodio de la primera temporada y fue el encargado de dejar en ascuas durante un año y medio a los seguidores de la serie. Se llama así mismo el único criminal consultor del mundo y su maldad es enorme. No tiene intenciones de descansar hasta ver a Holmes derrotado, pero antes de ese momento admite que le gustaría jugaría con él; ponerle a prueba a costa de vidas humanas antes de verle caer. Moriarty es cruel, despiadado y sin escrúpulos; se burla de Sherlock cada vez que tiene oportunidad de hacerlo y el estoicismo de éste se ve afectado precisamente cuando se menciona su nombre o está en su presencia. 

A la lluvia de personajes que integran ésta serie también podríamos agregar al inspector Lestrade (Rupert Graves), agente de Scotland Yard, quien suele contactar a Holmes cuando algún crimen resulta difícil de solucionar o que tal vez puede interesar al prodigioso detective. Bajo su mando se encuentran la sargento Sally Donovan (Vinette Robinson) y Anderson (Jonathan Aris), miembro del equipo forense del inspector. Ambos sienten aversión hacia Sherlock y suelen reclamar a Lestrade cada vez que le llama para ayudarle en algún caso.  


Tampoco puede faltar la increíble señora Hudson (Una Stubbs) la casera de los pisos 221B y 221C ubicados en Baker Street, el primero de ellos es en el que terminan viviendo Sherlock y John. Le vive recordando al detective que ella no es una ama de llaves cada vez que éste le pide alguna comida, bebida o el aseo del piso; aunque usualmente suele complacerlos, teniendo hacia ambos inquilinos un instinto casi maternal. 

Con una banda sonora creada por David Arnold y Michael Price ésta serie maravillosa y sus personajes nos llevan de la mano durante seis trepidantes episodios (por el momento) y nos sumergen a un nuevo mundo que ni siquiera el mismísimo Conan Doyle habría imaginado, lleno de modernismos y tecnología impensables en el siglo pasado. 

Cuidando cada detalle de producción y edición; manteniendo la intriga y el suspenso en sus 90 minutos semanales y con un elenco de actores perfectamente sumergido en una trama apasionante e intrincada, la serie de la BBC se convierte no sólo en una excelente vía de entretenimiento sino que además pasa a inmortalizar a un más, y de una manera totalmente diferente, a uno de los personajes ingleses más famosos y queridos de todos los tiempos. Manteniendo en alto a una audiencia, no sólo nacional sino mundial, y un fenómeno que sigue creciendo año con año.  

Sherlock es recomendada no sólo a los fans incondicional de éste detective sino a todos aquellos que le apasionan los dramas criminales y desean pasar un excelente rato frente a la televisión en tiempos en que el contenido de ésta se ve mermado por la cuestionable calidad de su programación. 

2 comentarios:

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